Seminario de Literatura Virreinal

La primera parte, dedicada a los hermanos Pizarro, aborda el eco que alcanzó la conquista del Perú en los escenarios teatrales de la época. Se escribieron varias obras en torno a esta temática en ambos continentes, pero a fecha de hoy solo conservamos cinco dramas históricos del Siglo de Oro español. A saber: una trilogía de Tirso de Molina compuesta por Todo es dar en una cosa, Amazonas en las Indias y La lealtad contra la envidia; otra pieza de Vélez de Guevara titulada Las palabras a los reyes y gloria de los Pizarros; y por último La aurora en Copacabana de Calderón de la Barca. Los tres dramaturgos bebieron de diversos cronistas, como por ejemplo los bien conocidos Inca Garcilaso de la Vega o Agustín de Zárate, y el menos difundido Alonso de Ramos Gavilán con su Historia del santuario de nuestra Señora de Copacabana.

En dos de estas obras (La lealtad contra la envidia y La aurora en Copacabana) se dedica amplio espacio al llamado “milagro del descendimiento”, datado el 23 de mayo de 1536, en plano asedio del inca Manco II a la ciudad del Cusco, cuando –según la tradición– se aparecieron sobre los cielos cusqueños el Apóstol Santiago y la Virgen María para proteger a los españoles del incendio y el cerco al que estaban siendo sometidos. Sobre este episodio concreto girará el segundo día del seminario. Examinaremos cómo el Inca Garcilaso se hace eco del mismo y cómo de sus páginas irradia el tema hasta los escenarios barrocos en España. Sin embargo, cotejaremos al Inca con otros autores del s. XVI y analizaremos en profundidad por qué tales milagros están ausentes en la gran mayoría de cronistas. Nos serviremos del método filológico para intentar deslindar la verdad histórica del simple relato maravilloso, aunque creado con fines edificantes.

La tercera y última sesión se centrará monográficamente en la figura de Santa Rosa de Lima, a 400 años exactos de su divino tránsito. Examinaremos con cierto detalle sus procesos de beatificación y canonización, unidos a los júbilos y festejos que se le profesaron a lo largo y ancho del mundo: desde Roma, Madrid y Sevilla, hasta Lima, México y Manila. El teatro hagiográfico ocupará un lugar privilegiado en nuestra rebusca documental, pues si bien hasta ahora conocíamos la existencia de una comedia de Agustín Moreto y Lanini Sagredo titulada Santa Rosa del Perú (Madrid, 1671), podemos avanzar el hallazgo de tres obras más que enriquecen considerablemente el panorama textual: La mejor Rosa de Lima (Sevilla, 1672), junto a Los albores de la Rosa y Las virtudes de la Rosa (ambas en Manila, 1677).